domingo, 10 de noviembre de 2019

Mi huerto I

           La condición sine cuan non para que se cumpliera casi la totalidad mi sueño, era que la casa que me comprara en el pueblo tuviera un poco de terreno para así tener mi propio huerto y jardín. Y por supuesto, que estuviera  a la altura de mis posibilidades. Bueno y también patio, para poder contemplar mi obra y relajarme tomándome una cerveza.

               Este era el estado inicial de lo que en un futuro iba a ser mi huerto...un erial. Los más listos del lugar me animaron con frases como esta: " Ahí, no te va a salir naaa, hombre! " Gente muy maja, la verdad.

                Lo malo de los patios de los pueblos es que si tienes visita son muy propensos para que el deporte nacional campe a sus anchas, pero bueno, eso es otra historia  que algún día le dedicaré un post.
               



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