Hasta donde alcanza mi memoria siempre ha sido uno de mis mayores deseos. Y tras las muchas brutales idas y venidas del campo de mis sueños al país de lo cotidiano, lo he conseguido, ya estoy en él.
Al fin he podido comprar una casa en un pueblo. Si bien, el pueblo no es el más bonito de España y el paisaje dista mucho de lo que mi mente soñaba cada noche, lo he conseguido, es ya mi pueblo.
Ya no quiero estar en otro sitio, no quiero ir a otro lugar. "Mi sueño es mi palacio. Ahí tengo mi luz y mi sombra, mi jardín y mi huerto; mi silla, mi mesa y mi cama, mi alimento y mi bebida. No necesito nada más. Cuando no estoy sentado en mi sueño, estoy sentado en el exilio, estoy en un país de engaño.Desde esta pequeña montaña lucharé contra el miedo y podré decir a todos los mierdas de este mundo y a todos aquellos que no creen más que en su puta verdad lo que pienso de ellos. ¡¡Ay de aquellos que no inclinen la cabeza a mi paso!!
Lo de ser jugador del Athletic Club de Bilbao o batería de un grupo de rock, lo dejaremos para otra vida.Por aquí iré contado mis aventuras y desventuras; mis chapuzas y mis logros; mis rebotes y mis dichas.
Cualquier cosa que esté a tu alcance, hazla según tus fuerzas. Cualquier sueño que en un principio parezca imposible, lucha por él.
Y el que quiera verme que me busque, será bienvenido. Eso si, que no venga a tocarme las pelotas.
Parte del texto es una adaptación de un fragmento de la película Leolo, en la cual aparece dicho fragmento en una escena donde sale el libro El Valle de los Avasallados de Réjean Ducharme.
Al fin he podido comprar una casa en un pueblo. Si bien, el pueblo no es el más bonito de España y el paisaje dista mucho de lo que mi mente soñaba cada noche, lo he conseguido, es ya mi pueblo.
Ya no quiero estar en otro sitio, no quiero ir a otro lugar. "Mi sueño es mi palacio. Ahí tengo mi luz y mi sombra, mi jardín y mi huerto; mi silla, mi mesa y mi cama, mi alimento y mi bebida. No necesito nada más. Cuando no estoy sentado en mi sueño, estoy sentado en el exilio, estoy en un país de engaño.Desde esta pequeña montaña lucharé contra el miedo y podré decir a todos los mierdas de este mundo y a todos aquellos que no creen más que en su puta verdad lo que pienso de ellos. ¡¡Ay de aquellos que no inclinen la cabeza a mi paso!!
Lo de ser jugador del Athletic Club de Bilbao o batería de un grupo de rock, lo dejaremos para otra vida.Por aquí iré contado mis aventuras y desventuras; mis chapuzas y mis logros; mis rebotes y mis dichas.
Cualquier cosa que esté a tu alcance, hazla según tus fuerzas. Cualquier sueño que en un principio parezca imposible, lucha por él.
Y el que quiera verme que me busque, será bienvenido. Eso si, que no venga a tocarme las pelotas.
Parte del texto es una adaptación de un fragmento de la película Leolo, en la cual aparece dicho fragmento en una escena donde sale el libro El Valle de los Avasallados de Réjean Ducharme.
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